"La dedicación y la atención desinteresada cura"

Sin un buen equipo no somos nada. Ésta es una de las cosas que he aprendido haciendo voluntariado en la Fundación FADE desde el año ¿2014? ¡Cómo pasa el tiempo!

La actitud del voluntario hacia sus compañeros y hacia los niños es primordial. Por suerte, eso es lo que encontré en mi grupo de los miércoles. Personas con actitud positiva, de gran corazón, responsables y con muchas ganas de divertirse.
Irene, en uno de los días de atención de su servicio
Por eso les he pedido que compartieran con todos vosotros sus pensamientos sobre esta experiencia. Aquí van algunos:

-"Cuando comencé el voluntariado, mi propósito era sacar una sonrisa. Pero ahora que llevo unos días, me he dado cuenta de lo mucho que estoy recibiendo de ellos".
Irene

-"Nosotros les damos nuestro tiempo y ellos nos regalan una sonrisa que ilumina nuestro corazón".
David

-"El primer día como voluntario de la Fundación FADE fue una sensación difícil de describir con palabras, porque sentía un cúmulo de sensaciones muy diferentes: curiosidad, impaciencia, nerviosismo… Todo era nuevo para mí. Al finalizar esa jornada, me invadió una sensación de bienestar increíble porque me di cuenta de que fueron las dos horas más fabulosas de toda mi vida por el mero hecho de haber hecho feliz a un niño. Esa sonrisa no tiene precio".
Pedro

-"Pensando en qué cosas buenas me llevo del voluntariado, me he dado cuenta de que una de ellas es ver el cambio de actitud que experimentan algunos niños cuando se les presta atención. Recuerdo haber oído decir algunas palabras a un niño que había dejado de hablar por un shock; haber visto a otro que no se reía nunca sonreír muchas veces y disfrutar de las actividades. Recuerdo a pequeños con dificultades para concentrarse en una tarea consiguiendo este objetivo y realizando una tarea cuando un voluntario se sentaba con ellos. Recuerdo haber visto aplaudir, abrazar y sonreír a una niña con dificultades para comunicarse, y a otra, que estuvo varios meses hospitalizada, dándonos lecciones de entereza. Y también he visto a muchas criaturas divirtiéndose, que se olvidaban de que estaban en el hospital. Podríamos decir que la dedicación y la atención desinteresada cura. Los nenes nos devuelven esa atención y dedicación con creces a través de sus sonrisas, sus palabras, su atención, sus lecciones y sus abrazos".
María José

A mí me gustaría recordar el caso de una niña que estuvo hospitalizada varios meses y que gracias a su esfuerzo, a la voluntad de sus padres, al trabajo de los médicos y enfermeros/as, y, sobre todo, gracias a nuestros juegos, pudo mejorar hasta tener el alta. Ella nos hizo reír, correr y emocionarnos. Nos hizo obras de arte para nosotros y, de hecho, las tenemos colgadas en nuestras casas. De esto se trata el voluntariado: de emociones.

Irene Manzanera, coordinadora del grupo miércoles en el Hospital Virgen de la  Arrixaca

Comentarios